Resumen

¿Qué es el laberinto?

Cada decisión es una encrucijada. Cada encrucijada nos ofrece dos o más caminos posibles. Y cada camino nos lleva hasta la próxima encrucijada. La sucesión interminable de decisiones, caminos y encrucijadas configura el laberinto diario de nuestras vidas. Pero hay otro laberinto oculto, el que encierra a nuestro Minotauro personal, ese que devora nuestra juventud si no lo enfrentamos. Cada uno tiene su Ariadna y su ovillo. Algunos pasan la vida sin animarse a entrar. Otros se enzarzan en una lucha sin cuartel con el Monstruo. Y estamos los que preferimos negociar con la Bestia. Entrar al laberinto, disfrutar la adrenalina, sorprender al Minotauro, e invitarlo a jugar. Quizás eso lo distraiga y podamos gambetear otro ratito de juventud.